La lucha de Lucía contra la depresión y el suicidio
México ocupa el segundo lugar en discriminación hacia enfermos mentales
Enfermedades mentales en México
- Depresión
- Ansiedad
- Trastorno por consumo de alcohol
- Trastorno obsesivo compulsivo
- Trastorno bipolar
- Esquizofrenia
- Trastornos de pánico
- Trastorno obsesivo compulsivo
TEXTO Y FOTOS: LUCÍA DINORAH BAÑUELOS
ZACATECAS, ZAC.- El primer sentimiento que invadió a Lucía al abrir los ojos fue de ausencia, de vacío. A donde quiera que volteara todo era blanco: el techo, las paredes, la puerta, el piso, las sábanas…
“¿Así se sentirá la muerte?”, se preguntó, porque pasó por su mente que ya no vivía aunque sentía que su corazón latía, casi podía escucharlo de tanto silencio; había “parado” su vida de tajo, sin concesiones ni prórrogas, sin tiempo para arreglar pendientes ni despedidas, sin hacer equipaje, no llevaba más que lo puesto.
Antes de ingresar al Hospital de Especialidades en Salud Mental, ubicado en Calera, había pasado 28 horas en vigilia ininterrumpida cuidando a su hija internada en el IMSS tras un intento de suicidio.
Lucía no era la paciente psiquiátrica, pero estaba tan perturbada como María, su hija de 28 años, pero parecía que nadie lo notaba, ni ella misma.
“Fueron días interminables y dolorosos porque la soledad obligada te lleva a reencontrarte contigo misma. Aunque yo no recibí terapia, despegarte de golpe de la cotidianidad cansa, el vacío abruma ahí adentro totalmente incomunicada con el exterior. Sin duda la experiencia nos ayudó a ambas, pero de diferente forma”, compartió la mujer de 50 años.
La madre no dudó en quedarse internada con su hija en el psiquiátrico, porque deseaba verla curada, libre de lo que llama “la silenciosa asesina que se pinta los labios y canta”, porque así se disfraza la depresión, “mi hija se pintaba los labios y cantaba, aunque por dentro libraba una lucha que sólo ella sabe”, dijo.
“Y es silenciosa, porque como si fuera de puntitas, no hace ruido, nadie la nota o muy pocos y más pocos aún le hacen frente”, dijo la mujer al referirse a la depresión, que en casos extremos cobra vidas.
Pero estando adentro, por su mente pasaron toda clase de pensamientos y entonces dudó de que fuera una buena idea haber permitido el internamiento de su hija.
“De pronto me vino un temor que no puedo describir. No quería que mi hija fuera señalada por haber estado internada en un hospital psiquiátrico, ese tema es tabú en nuestra sociedad, tal vez la perjudicaría en su vida laboral, tal vez iba ser señalada como loca y ningún muchacho ni nadie la tomaría en serio…”, expresó Lucía.
El temor de la mujer no es infundado, pues diversos reportes desde académicos como periodísticos y de especialistas en salud mental, indican que México ocupa el segundo sitio en el mundo en discriminación hacia los enfermos mentales y sólo uno de cada cinco mexicanos tiene acceso a un tratamiento psiquiátrico ya sea púbico o privado.

Los síntomas
La salud mental, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad.
María, la hija de Lucía claramente no funcionaba al 100, según narra la madre. Desde hacía tiempo presentaba notables síntomas de depresión y ansiedad, no podía dormir y tenía la mirada triste, razón por la que estaba en tratamiento psicológico. Su estado de salud se agravó con el confinamiento por la pandemia de covid-19.
Aunque es una dedicada profesionista, según su madre, no encuentra acomodo en su rama porque en todas partes le piden experiencia, había perdido su empleo recientemente y había pasado por una decepción amorosa. Todo se mezcló en un peligroso coctel que pudo costarle la vida.
De acuerdo con la OMS, el suicidio es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, según sus mediciones, cada año pierden la vida más personas por suicidio que por VIH, paludismo o cáncer de mama o incluso por guerras y homicidios.
Sólo en 2019 se suicidaron más de 700 mil personas en el mundo, es decir una de cada 100 muertes según indica la organización; se quitan la vida más hombres que mujeres.
El suicidio, es la conclusión de episodios graves de depresión o ansiedad o ambos u otros trastornos de salud mental; de acuerdo con las estadísticas de Incidencia Delictiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública, difundidas en la página de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas desde 2019 a noviembre de 2022, se han registrado 250 suicidios y 44 intentos en el estado.
De acuerdo con estas estadísticas, 2021 fue el año en que más personas se quitaron la vida (106) y también de las que tuvieron la intención, pero no lo lograron (11); especialistas en salud mental coinciden en que el fenómeno responde a la depresión ocasionada por la pandemia de covid -19.
En 2019 el Ministerio Público tomó conocimiento de 27 suicidios y cuatro intentos; en 2020 fueron 35 y ocho respectivamente y hasta noviembre de 2022 se lleva cuenta de 82 y 21.
El Inegi, sitúa a Zacatecas en primer lugar a nivel nacional en muertes externas, es decir, defunciones que no son por causas naturales, como homicidios, accidentes y suicidios.
A nivel nacional, de acuerdo con el Inegi de 2019 a 2021, 23 mil 551 personas se quitaron la vida, 2021 fue el año con más suicidios con 8 mil 432, un incremento exponencial comparado con los 2 mil 894 ocurridos en 1995 y los 3 mil 475 del año 2000.
A raíz del intento de suicidio de María, Lucía, en su afán por colaborar con su recuperación inició tratamiento para recuperar también su salud mental. Lleva meses yendo a terapias con el psicológico y con el psiquiatra porque, el trágico acontecimiento y otros que vinieron después la sumieron en una terrible depresión.
“Ha sido todo un reto, porque las consultas privadas no son baratas y la terapia debe ser constante e ininterrumpida para que tenga claro efecto; en el sistema público es difícil tener atención continúa sin que pase mucho tiempo, porque entre cita y cita puede pasar hasta mes y medio”, lamentó.
A dónde acudir
En Zacatecas, además de la práctica privada en la que una consulta puede costar hasta 700 pesos, hay sitios en los que se atiende la salud mental además del Hospital de Especialidades en Salud Mental de Calera.
La Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) dispone de 17 Centros de Intervención y Servicios Psicológicos (CISP) en 10 municipios (Zacatecas con 7, Apozol, Calera, Guadalupe, Fresnillo, Jalpa, Juan Aldama, Ojocaliente, Río Grande y Jerez) y tiene un módulo de atención a distancia.
Los Servicios de Salud de Zacatecas ofrece atención a enfermedades mentales en 10 centros de los cuales dos están en Zacatecas y uno en Calera, Loreto, Fresnillo, Río Grande, Nochistlán, Tlaltenango y Concepción del Oro.
Depresión, la otra pandemia
Con el dramático episodio, Lucía y su hija involuntariamente se sumaron a las estadísticas nacionales, ella presenta depresión crónica y su hija ansiedad, depresión y trastornos del sueño, enfermedades que prevalecen con mayor frecuencia en México.
Según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (Enbiare) 2021, de Inegi, la proporción de población con síntomas de depresión asciende a 15.4% de la población adulta, pero entre las mujeres alcanza 19.5 por ciento.
Incluso, hay reportes de niños de 12 años con síntomas depresivos.
La misma encuesta reporta que 19.3% de la población adulta de México tiene síntomas de ansiedad severa, mientras otro 31.3% revela síntomas de ansiedad mínima o en algún grado.
Otros trastornos frecuentes en México de salud mental, según mencionan el 2º Diagnóstico Operativo de Salud Mental y Adicciones del gobierno federal, además de depresión, trastorno por consumo de alcohol, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastornos de pánico y trastorno obsesivo compulsivo.
El gobierno federal estima una prevalencia anual de trastornos mentales y adicciones de casi una quinta parte de la población total. No obstante, las personas afectadas no presentan esos padecimientos con la misma intensidad.
El estudio acota que una cuarta parte de las personas con trastornos mentales y adicciones transitaran hacia la severidad, frente a una brecha de atención de cerca del 80%.
La depresión blanca
La depresión blanca conocida también como depresión navideña es, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un estado de ánimo negativo temporal con respecto a todo lo que implica esta época del año.
Por ello, dice la institución, es de suma importancia supervisar la salud mental durante las vacaciones navideñas para evitar cualquier complicación.
Este estado de ánimo se manifiesta, entre otras cosas, por el clima, porque hay menos luz del sol, por la nostalgia del pasado y en tras la pandemia de covid-19 por la añoranza y recuerdo de los seres queridos que fallecieron recientemente.
También por el estrés que generan la preocupaciones por cumplir con estándares, a veces autoimpuestos, de la temporada, por ejemplo la preocupación que se tiene por comprar cierta cantidad de regalos, de tal calidad o pagar vacaciones o cenas fuera de lo común.
Es decir, entre la lista de las principales preocupaciones que suelen tener las personas durante esta época del año, destacan el estrés por el dinero, según una encuesta de la Asociación Americana de Psicología (APA), el 62% de las personas se sienten preocupados a causa del dinero.
Con la terapia, Lucía ha aprendido a controlar sus miedos y el estrés, ha encontrado alivio. “Cuando alguien en la familia atenta contra su vida se vuelve centro de atención de todos, al menos así fue en la mía, pero nadie ve al cuidador. También nosotros pasamos por episodios difíciles y no sabemos que lidiamos con enfermedades como la depresión o ansiedad.
“De haberlo sabido, me hubiera atendido antes y hubiera estado más pendiente de la salud mental de mi hija. He comprendido que perder la salud mental no es lo mismo que estar loco, como piensan muchos”, expone.
Una semana y media después, al dejar el psiquiátrico, Lucía descubrió que la salud mental es tan importante como la física, “ojalá todos lo entendieran. Seríamos más felices todos”, concluyó.

