Aprendiendo a disfrutar el proceso
Hace 22 años fui a una fiesta con mi hermano Steven. Cuando llegamos vi a una chica tan hermosa que mi primer instinto fue ir a besarla y abrazarla. No lo hice. Mi hermano me presentó a Karla López. Platicamos un rato y la invité a un café. Después que fuimos al café la invité a comer y luego a cenar. Le pedí que fuera mi novia y un año y medio después me dijo que sí cuando le propuse matrimonio. Ahora tenemos 20 años de casados y tenemos tres hijos. ¿Qué hubiera pasado si la hubiera forzado esa primera noche que la conocí? Hubiera terminado en la cárcel y no estaría disfrutando de su presencia en mi vida en este momento.
El orden de los factores sí altera el producto. En 2021 estamos perdiendo el arte de disfrutar el proceso. Verás, un carpintero no hace 10 mesas y 20 sillas. Las 10 mesas y 20 sillas hacen un mejor carpintero. El problema es que muchas personas quieren disfrutar el resultado sin haber pasado por el proceso. Antes de dirigir la orquesta debes tocar la guitarra, antes de ser jefe tienes que aprender a servir, antes de perder peso debes ir al gimnasio y cuidar tu alimentación. ¿Por qué es tan difícil hacer esto? Somos impacientes.
Todo es instantáneo: Café instantáneo, palomitas instantáneas, te entregan todo a domicilio, nadie quiere esperar. Cuando vamos de viaje a la playa muchas veces nos desesperamos porque queremos llegar pronto. Mejor abre la ventana de tu carro y disfruta el paisaje. Tienes que esperar de todos modos, ¿Por qué no esperar contento?
Una de las razones por la que estás sufriendo en alguna área de tu vida es porque estás fuera de secuencia. Si compraste un carro que está fuera de tu presupuesto y no tienes ni para la gasolina, estás fuera de secuencia. Si estás tratando de aparentar algo que no eres, estás fuera de secuencia. En la fiesta tu pagas la cuenta cuando no tienes ni para pagar la renta, estás fuera de secuencia. Cuando hablas de grandes logros y nunca haz hecho nada, estás fuera de secuencia.
Te invito a que disfrutes el proceso, tal vez no estás dónde quieres, pero bendito Dios, no estás dónde estabas hace un año. Tal vez se ven muy lejos tus sueños, pero hoy estás más cerca porque entiendes que es un proceso, no es instantáneo. Hoy te invito a analizar tu vida y ver dónde estás fuera de secuencia y cambiar.