El asesino silencioso
DEVANY ROJAS
Dentro de la Salud Pública existen diferentes situaciones con implicaciones sociales que condicionan la calidad de vida de las personas y que afectan directamente su integridad. Uno de los problemas de salud presentes en México y cuya incidencia y prevalencia han ido creciendo cada año es la hipertensión arterial, también conocida como “el asesino silencioso”, debido a que la gran mayoría de las personas desconoce su diagnóstico debido a la falta de síntomas.
Clínicamente definimos la tensión arterial como la fuerza que ejerce la sangre contra la pared arterial, al medirla con un esfingomanómetro o un baumanómetro los niveles normales se encuentran entre 120/80 mm de mercurio, la hipertensión arterial se diagnóstica cuando la medición supera los 130/80 mm de mercurio. De manera clínica esta sería su descripción, sin embargo, las implicaciones de este diagnóstico son mucho más graves puesto que si no se trata puede derivar a más enfermedades como insuficiencia renal, enfermedades del corazón, infartos y derrames cerebrales. Y es que justamente las enfermedades isquémicas del corazón ocupan uno de los primeros lugares de causas de morbilidad en México, al igual que también se encuentra entre las primeras 10 causas de muerte en el país, ya que según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social este padecimiento provoca 50 mil muertes al año.
Las enfermedades son multicausales, tal es el caso de la hipertensión arterial, que está rodeada por diferentes causas que propician a su aparición, por ejemplo, la edad, entre más avanzada más probabilidades existen de que desarrollen ese padecimiento, la carga genética, el sobrepeso y obesidad, así como la falta actividad física y el consumo excesivo de sal y alcohol. Si bien algunos factores son no modificables como la genética y la edad si existen otros que se relacionan directamente con los estilos de vida de las personas, hoy en día podemos ver que problemas como infartos e hipertensión, aunque predominan en nuestra población más longeva no son exclusivos de este grupo, y cada vez más personas jóvenes presentan estos padecimientos.
En estos casos la Salud Pública tiene un campo de acción más grande donde ya no se centran en observar los casos de manera individual, sino que se hace desde un punto de vista comunitario, y por lo tanto su abordaje también va dirigido hacia la población en general. En adultos mayores los chequeos de rutina son esenciales para llevar un control y modificar actividades perjudiciales en la salud, recordemos que la tensión arterial alta es un asesino silencioso pues muchas personas aunque lo padecen no se dan cuenta debido a la falta de síntomas, por tal motivo es importante crear conciencia sobre los chequeos rutinarios y mantenerse alertas ante síntomas como visión borrosa, dolores de cabeza frecuentes, dolor en el pecho, entre otros más.
También es importante atender a la población joven –hoy en día el grupo de jóvenes en nuestra pirámide poblacional es uno de los más grandes, jóvenes que en un futuro se convertirán en personas de la tercera edad– e implementar medidas preventivas que giren en torno a la prevención y promoción de la salud será básico para poder proporcionar mayores probabilidades de tener un envejecimiento saludable y una mejor calidad de vida, tratando de reducir la incidencia en los casos.