
Es por Zacatecas
Era el 25 de agosto del año 2000, Ricardo Monreal gobernaba Zacatecas emanado del PRD, lo previo de la historia todos la conocemos; estábamos en víspera de su segundo informe de Gobierno. En las siguientes semanas vendría la aprobación de las asignaciones presupuestarias para ejercer en 2001, nuestro estado, se argumentó en ese momento, era afectado por un ajuste presupuestal a la baja en materia de infraestructura carretera.
Es éste el origen de la llamada “Marcha por la Dignidad de Zacatecas”, que se daba en el marco de un reclamo por presupuesto digno para el estado y lo que permitía en ese momento ser una entidad en oposición. Gobernador, alcaldes, legisladores, funcionarios y más daban paso a la exigencia de recursos, era por Zacatecas.
Amalia García por su parte, en su gestión como gobernadora, vivió una condición distinta, la bonanza presupuestal por los excedentes petroleros, la contratación de deuda y los experimentos de los nacientes Proyectos de Prestación de Servicios (PPS), permitieron que la condición económica para Zacatecas fuera positiva, no obstante que el Gobierno Federal en una primera etapa fuera encabezado por Vicente Fox y luego por otro panista, Felipe Calderón, se buscó y se encontró siempre una cordialidad con la federación que produjo un crecimiento en los presupuestos del 2004 al 2010. Era por Zacatecas.
A la llegada de Miguel Alonso como gobernador, la situación adquirió otra vez complejidad financiera. Sortear una deuda heredada era ya una adversidad constante, la apatía existente de la Federación significó una lucha permanente; contar con legisladoras y legisladores federales en su mayoría de una extracción distinta a la del priísta, obligó a un diálogo inminente para buscar mayores recursos para la entidad.
Con el arribo de Enrique Peña Nieto como presidente de México, un número importante de diputados y diputadas zacatecanas y con una solidaridad manifiesta, aún y siendo de otras expresiones políticas, permitieron que los recursos etiquetados para el estado no decrecieran en esos años. Era por Zacatecas.
Del 2018 a la fecha, y parto del quinquenio de Alejandro Tello como gobernador, la pérdida de recursos lamentablemente ha significado el pan nuestro de cada presupuesto. Convocatorias para realizar causa común nunca faltaron, el llamado para alzar la voz por la entidad ante la inminente caída en los ingresos federales, la pérdida de programas y falta de inversión, fueron una y otra vez el argumento del exmandatario para sumar esfuerzos y causas, no todas ni todos se sumaron, peor aún, hubo quienes ni interés prestaron o lamentablemente, justificaron y finalmente solaparon esa pérdida de recursos. Se olvidaron de Zacatecas.
Hoy más allá de protagonismos innecesarios, de incongruencias públicas, llamados mediáticos, banalidades políticas, filias y fobias, nos urge ser atendidos. Apremian los recursos necesarios que dignifiquen a nuestro estado, que nos fueron arrebatados por una mayoría aplastante que define el gasto público en nuestro país.
No hay obra pública que detone la economía, no hay carreteras que permitan el tránsito seguro, no hay programas de alto impacto que modifiquen de fondo la marginación en la que encontramos a nuestra gente, no hay para el gasto educativo, no hay para resolver pensiones o salarios, no hay para construir espacios deportivos, dignificar escuelas o invertir en acciones para los municipios.
Esperemos que el gobernador David Monreal haga pronto esa convocatoria, genere ese consenso que debe existir entre quienes nos representan o tienen su origen en esta tierra; esperemos que coincidir con el proyecto del Presidente de México muy pronto dé muestras de que Amor con Amor se Paga y los recursos lleguen. Con marchas o sin ellas, con diálogo, con frentes comunes, con posturas firmes, en fin, ya lo dice José Luis Rodríguez, El Puma: “Agárrense de las manos, unos a otros conmigo…”. Es por Zacatecas.