
Escudo Nacional
Recuerdo que desde mi educación primaria la maestra Hortensia mencionó cuáles eran los símbolos patrios y la importancia de reconocerlos. Ahora que soy padre observo que cada vez menos se toman en cuenta estos símbolos.
No diré si es benéfico o no, pues cada persona tenemos distintas formas de ver las cosas, lo que sí es que es un elemento indispensable en la construcción de la identidad nacional y que queramos o no ha formado parte de la historia.
En este sentido, cuando nació el país, las personas encargadas de las riendas quisieron desprenderse de muchas herencias ideológicas y simbólicas del gobierno español, por eso el 14 de abril de 1823 fue expedido un decreto para la conformación del escudo nacional.
Como se sabe, el escudo nacional de México tiene un águila posada sobre un nopal y devorando una serpiente en un islote. Esto es una representación del supuesto momento fundacional de la ciudad de Tenochtitlán en el que los migrantes de Aztlán se dirigían un sitio en donde establecerse.
A lo largo del tiempo ha sido modificado en varias ocasiones y de acuerdo a las circunstancias políticas que han permeado en México, es decir, en algunos momentos el águila estuvo coronada porque había un imperio, en otras ocasiones con las alas abiertas y en otros momentos de frente o de alguno y otro perfil.
Si bien, tienen una carga simbólica estos cambios, lo que ha predominado es que son los mismos elementos que lo componen y que han dado un conocimiento sobre un momento fundacional de una civilización que no es México.
Me explico, el país es un espacio megadiverso en el que coexistieron y aun lo hacen muchas formas de ver la vida, de vivirla y hasta de concebir el mundo, por eso, la creación del escudo con base en una sola cultura dejando de lado muchos otros aspectos debe considerarse como arbitraria.
No obstante, era necesario para identificar aspectos que integraran una visión sobre quién es mexicano y lo que es México. Aun así, en la actualidad resulta conveniente conservar el conocimiento sobre el escudo para, además de la identidad saber algo de historia oficial y obviamente debatirla con nuevas interpretaciones.
Finalmente, considero necesario que haya más reconocimiento y difusión sobre los símbolos patrios y que no quede solamente en el sentido patriótico, sino que vaya hacia el sentido histórico de los cambios que ha habido, y sobre todo entender que puede haber más cambios en un futuro.