
¿Estás viviendo con el presupuesto de otra persona?
Hace unos años mi esposa y yo estábamos analizando nuestras finanzas personales y el presupuesto. En eso me cayó la ficha y le dije: “Ya sé cuánto gastamos cada mes”. “¿Cuánto?” Me preguntó ella. “¡Todo! Nos gastamos todo”. Dije desesperadamente. No importa cuánto ganamos al mes, nunca es suficiente. Todo se va. Dicen que el dinero habla. Dice: “Adiós”.
¿Cuántas veces hemos dicho de broma? “Me sobra mucho mes al final del sueldo”. Esto nos sucede porque estamos viviendo con el presupuesto de otra persona. Por ejemplo: Tu cuñada gana más dinero que tú. Entonces, cuando ella manda a su hijo al cine, tu mandas a tu hijo con la misma cantidad de dinero que él para que “no se sienta menos”. La presión social es insoportable. Tus vecinos compran carro nuevo, tú también compras uno aunque no sepas ni de dónde va a salir el recurso para pagarlo. Van de vacaciones los compadres, tú también vas para que no te quedes atrás y no sepan que ahorita no les está yendo tan bien económicamente. Pero este comportamiento sólo eleva el nivel de estrés en tu vida. En lugar de que te sientas bien adquiriendo estás cosas pierdes el sueño.
Tengo un regalo de tres palabras para ti: ¡No es competencia! No vales más o menos por el recurso que tienes. Si te estás comparando y valorando por el dinero que tienes o no tienes necesitas cambiar tus valores. Si tus amigos te quieren por tus recursos, entonces necesitas cambiar de amigos. Deja de compararte en esa área. Tus valores están distorsionados. No es rico el que más tiene sino el que menos necesita.
Uno solo adquiere deuda para verse mejor de lo que realmente es. Tu inseguridad te ha llevado a buscar aparentar alguien que no eres. Deja de preocuparte por lo que piensan los demás y empieza a quererte tal y cómo eres, con el sueldo que tienes y agradécele a Dios la buena vida que Él te dio.
Por último: Si quieres ganar más prepárate, estudia, trabaja más duro y sé disciplinado en ahorrar los recursos que ya tienes. No es malo querer más o tener más. El problema es la comparación. Mi mentor me dijo: El dinero no te da la felicidad, pero tampoco la pobreza; entonces como realmente no importa, yo prefiero ser rico. El dinero sirve para que cosas buenas sucedan. Deja de gastar dinero en cosas que no quieres para impresionar a personas que no quieres. A partir de hoy vive tú vida no la de otra persona.