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Golpea inseguridad las ventas de los pequeños comerciantes
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Golpea inseguridad las ventas de los pequeños comerciantes

  • Los hechos violentos trastocan la vida cotidiana de profesores, estudiantes, ciudadanos y vecinos, algunos de ellos se ven obligados a cambiar su estilo de vida

 

Patricia Sánchez

Fotos: Cortesía

ZACATECAS, ZAC.– La inseguridad registrada en distintas zonas del estado afecta a los comerciantes que tienen sus establecimientos en puntos considerados como focos rojos, sobre todo en Fresnillo y en la capital.

Además, trastoca la vida cotidiana de profesores, estudiantes, ciudadanos y vecinos, quienes al ser testigos de crímenes violentos, muchas veces normalizan la situación de inseguridad y en otras ocasiones cambian su ritmo o estilo de vida.

Las cifras

En agosto de este año se superaron los homicidios que se registraron durante el año 2020.

Incluso, según registros de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ), 2021 pinta para ser el año más violento en la historia de la entidad.

 

Reducción de horarios

Martha tiene un establecimiento ubicado en una de las colonias más peligrosas de Fresnillo. 

     Reconoce que ha sido difícil mantener horarios en los cuales se pueda recaudar lo necesario para pagar nómina y servicios del lugar. Sin embargo hace lo necesario por mantenerlo a flote, a pesar de las diversas situaciones ocurridas cerca de su establecimiento.

“La semana pasada mataron a una pareja afuera de mi casa, donde también se ubica mi negocio, eso no sólo afecta la imagen, sino que también me preocupa la seguridad de mis hijos, yo soy viuda, ¿cómo puedo defenderlos si se meten con nosotros?”, lamentó.

 

fecta las clases virtuales

En El Mineral, la reproducción de la conocida “nota roja” en redes sociales generó en Andrea -de 25 años- ansiedad y temor de salir de casa.

“Hace meses cerca de mi casa mataron a dos personas: ver llegar a los policías y que cerraran las calles me impresionó mucho, uno lo ve en redes, pero en persona es otra cosa”.

Andrea también se dedica a la docencia, con las clases virtuales a través de videollamadas le tocó escuchar los balazos de una persecución desde la cámara de una de sus alumnas que vive en Plateros.

    “Sólo me dijo ‘maestra, hay balacera, me voy a desconectar’, pero me lo dijo como algo muy cotidiano”.

 

En constante preocupación por su madre

Luis, un joven profesionista, ha notado el incremento de la violencia en la entidad. 

    Cuando lee alguna nota de seguridad que ocurrió cerca del domicilio de su mamá, le manda un mensaje preguntando si todo está bien.

    “Le mando un mensaje a mi mamá cuando sucede algo por la casa y le pregunto si fue alguien conocido al que mataron o atacaron”.

Caminaba mientras mataron a alguien

En la capital zacatecana, Cecilia presenció una persecución cuando volvía a casa de la preparatoria, a plena luz del día y en una conocida colonia.

La joven escuchaba música con sus audífonos y le pareció extraño que la gente pasara corriendo a su lado.

Luego vio que varios se echaron “pecho tierra”, por lo que detuvo la música y se dio cuenta de que estaba presenciando una balacera, también se lanzó al suelo y desde entonces sólo escucha música con un auricular para estar al tanto de su entorno.

Tiroteos, enemigos de las ventas

América tiene un negocio de comida en una popular colonia de El Mineral, los índices delictivos en la zona no ayudan a que sus ventas sean estables durante la semana.

   Los ingresos dependen de si hay enfrentamientos armados o no.

  “Cuando balacean a alguien yo no tengo gente, por ejemplo, si el suceso pasa el lunes, yo no tengo gente martes ni miércoles”, lamentó.

 

Obligado a contratar seguridad privada

Rafael, propietario de una refaccionaria ubicada en el boulevard de la capital, comentó que ha tenido que contratar servicios de seguridad privada para sentirse más confiado.

  Sólo de esa manera puede tenerlo abierto hasta las 9:00 de la noche.

   Recordó que antes de la ola de violencia que vive el estado, su local permanecía abierto hasta las 10:30 de la noche.

   Ana es dueña de una tienda de abarrotes en Guadalupe, por años ha sido la opción preferida de sus vecinos puesto que abría desde las 7:00 de la mañana y cerraba hasta las 11:00 de la noche.

   Sin embargo, después de que le tocó ver cómo “levantaban” a uno de sus vecinos, por temor decidió acortar su horario.

   “Ahora cierro a las 9:00, me afectó en mis ventas, pues la gente que ve cerrado a esas horas mejor acude al Oxxo aunque esté más lejecitos, pero yo no puedo ponerme en peligro a mí misma o a mi esposo, es espantoso lo que se vive”, comentó.

 

Nadie está a salvo

Las tiendas de conveniencia tampoco se salvan de la inseguridad.

El cajero de un Oxxo ubicado en la colonia Bancomer de la capital reconoció que el temor lo invade cuando llega la noche porque han tenido ya tres asaltos.

   Y, aunque su integridad está a salvo, vive con el temor de que algún día le pase algo más.