Incendios, pérdidas y preocupación para los vinicultores
Los vinicultores de Napa, traumatizados, han puesto manos en el asunto, creando cortafuegos, poniendo bombas y tanques de agua más grandes para proteger sus tierras.
Texto y fotografía: AFP
CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS.- Los incendios forestales son considerados parte del ciclo natural de regeneración de vegetación, pero su alcance, intensidad y frecuencia están aumentando en el oeste de Estados Unidos, al tiempo que el planeta enfrenta nuevos patrones climáticos.
Cada temporada de incendios trae nuevas preocupaciones sobre cuánto arderá este año y hasta dónde el viento arrastrará las ascuas.
Los vinicultores de Napa, traumatizados, han puesto manos en el asunto, creando cortafuegos, poniendo bombas y tanques de agua más grandes para proteger sus tierras.
Randy Dunn ha gastado miles de dólares en eliminar el bosque alrededor de su propiedad y comprar su segundo camión de bomberos.
Pero esos costos palidecen al compararse con los precios del seguro, que han aumentado más de cinco veces este año hasta alcanzar los 500 mil dólares.
Se equipan
Tanques de agua, camiones de bomberos y helicópteros: los vinicultores del valle de Napa en California están comprando su propio equipo para proteger sus propiedades y costosas cosechas del alcance de los incendios forestales.
Una sequía histórica por cuenta del calentamiento global, impulsado por el factor humano ha dejado secas grandes porciones del oeste de Estados Unidos secas y altamente vulnerables a los incendios.
Esto incluye a los viñedos reconocidas mundialmente que se encuentran en California y producen miles de millones de dólares cada año.
A medida que los incendios se propagan a una tasa alarmante, 2021 podría convertirse en el año con mayor destrucción de todos los tiempos, la capacidad de luchar contra las llamas se ve reducida.
«Sé que el departamento de incendios de California no puede estar en todos lados al mismo tiempo y eso se ha visto constantemente, no sólo aquí, sino también en el resto de California», dice Randy Dunn, quien fundó su viñedo en 1979.
«Por eso creo firmemente que si tienes alguna protección y permaneces aquí, tienes una oportunidad. Si te vas, pienso que tu chance realmente disminuye», explica.
Dunn ya tiene un camión de bomberos de 1946, viejo pero aún en funcionamiento, y acaba de comprar uno más nuevo.
La sirena no sirve, pero las mangueras sí, aunque aún no han sido puestas a prueba y las utiliza por ahora solo para divertirse con sus nietos.
Sin embargo confía en que le será útil si un incendio alcanza su propiedad.
La compra fue provocada por una alerta el año pasado, cuando el incendio Glass quemó más de 270 kilómetros cuadrados en los condados de Napa y Sonoma, principales productores de vino del país. Varios viñedos quedaron reducidos a cenizas.
«Fue a casi dos kilómetros de aquí», dice a la AFP señalando hacia el occidente, donde pinos secos permanecen aferrados a tierra polvorienta.