La Fenaliz en Zacatecas

Desde hace algunos años en la ciudad de Zacatecas se realiza la Feria Nacional de Libro, este año no fue la excepción, sin embargo tengo algunas apreciaciones sobre el significado y en general la percepción que me generó.
En primer lugar, celebro que las instancias correspondientes gestionen y organicen este tipo de eventos, pues la lectura siempre será un aliciente cultural y educativo para la sociedad, es decir, quien lee aprende más y desconoce menos.
Como siempre, hay variedad de casas editoriales que asisten y traen sus títulos, tanto clásicos como novedosos. Los temas van desde la ciencia ficción, la literatura en general, la historia, las ciencias exactas, médicas y hasta bets seller de distinta índole.
No sólo hay libros nuevos, hay librerías que presentan textos usados, pero que son difíciles de conseguir o que han quedado en desuso y presentan una oportunidad, económica sobre todo, de adquirir ejemplares.
Este año, percibí que no asistieron todas las casas editoriales que acudieron años anteriores, por lo que aparentemente quedó a deber en ese sentido, por ejemplo no vi el stand del Fondo de Cultura Económica y de algunos centros de investigación pertenecientes a la hoy Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.
Por otro lado el dar oportunidad de que personas investigadoras, literatas y académicas de Zacatecas presenten sus novedades editoriales es un acierto que siempre alentará a continuar en este camino de la academia y la ciencia. Aunque también considero que faltó invitar a personalidades de otras latitudes y así enriquecer las miradas y los enfoques de lo que se investiga, pues no hubo mucha variedad de editoriales que presentaron textos.
En este sentido, en años anteriores hubo un escenario de mayores dimensiones al de este año. Si bien, cualquier espacio es adecuado para preservar y difundir las letras, creo que fue un tanto deslucido y en mi opinión falto de espacio y de promoción.
En otras palabras, no he escuchado spots de radio o televisión para invitar a la población en general, sólo he visto difusión por medio de redes sociales, y aunque es un medio indispensable en la actualidad, hay personas a las que no llega. Creo necesario continuar con otro tipo de invitaciones.
Finalmente, indiscutiblemente las ferias de libro son un ejemplo de que la cultura, la ciencia, la tecnología y las letras deben tener mayor difusión, para que así más gente lea lo que sea de su gusto, pero que lea.
No lo digo en el sentido de menosprecio sino de disminuir nuestra ignorancia y aumentar nuestra capacidad de asombro y reflexión en cualquier ámbito que nos llame la atención.
