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“Lo cortés no quita lo moreno”
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“Lo cortés no quita lo moreno”

Carlos Peña

Desde pequeños hemos escuchado -estoy seguro más de una vez- el muy conocido refrán “lo cortés no quita lo valiente”; utilizar este tipo de frases se ha convertido en una vasta enseñanza que, producto de enarbolar palabras con alto sentido de reflexión por comunes que parezcan, son de gran valía.

 Prudente es decir que casi siempre las escuchamos de la voz de la experiencia, decían antes, de nuestros mayores. Incluso vale la pena remembrar lo que perfectamente encierra en uno de sus diálogos Mario Moreno, Cantinflas, en la película El padrecito: los dichos de los viejitos son evangelios chiquitos; y tenía razón, son lecciones de vida sintetizadas en un mínimo de letras. “Lo cortés no quita lo valiente”.

 Pero la clave no está en escucharlas o saberlas, lo verdaderamente interesante resulta aplicarlas en la vida social, laboral o familiar cotidiana; es hacer uso de esta herramienta para mejorar nuestra convivencia entre iguales, para el caso de ”lo cortés no quita lo valiente”, es una expresión que resume actos de amabilidad, gentileza, buen trato y respeto.

 Cabe mencionar que me inspiró escribir sobre esta reflexión los hechos que lamentablemente se han convertido en los últimos días en una acción permitida por parte del gobernador David Monreal o una gravísima omisión de su equipo cercano de trabajo; lo digo por sus visitas y giras a los municipios del estado, pues resalta la nada positiva falta de formas para invitar o cuidar no sólo la presencia, sino de menos la cortesía para avisar a los alcaldes que el mandatario estatal estará presente en su municipio. Privilegio aparte han merecido los presidentes de Zacatecas, Guadalupe y Fresnillo, quienes no han faltado a eventos que el Ejecutivo realiza en sus ciudades.

Dado lo anterior, sería delicado pensar que existe un fondo político para esta descortesía que se asoma y sostiene en municipios de oposición política al Ejecutivo, confirmando en ellos la omisión de trato y cordialidad para tener actos, giras y mayormente estrategias comunes a favor de los gobernados.

Si hablamos de relación entre personas, órdenes de gobierno o poderes “lo cortés no quita lo valiente”, si lo dejamos en el terreno político, de militancias, simpatías e ideologías, entonces pues “lo cortés no quita lo moreno”.

 Para quien gobierna, conduce y encabeza los esfuerzos de la nación, el estado o los ayuntamientos estás acciones resultan reprobables, se gobierna para todos, se decide e impacta para todos. No podemos pensar en que a Zacatecas le vaya mejor si perdura esta actitud de desdén hacia los alcaldes; en el federalismo, en una república, todas y todos somos importantes, la coordinación y el respeto se vuelven fundamentales, no podemos pensar en mis recursos y los de ustedes, mis programas y los de ustedes, mis planes y los de ustedes; la campaña quedó atrás, los momentos álgidos o de diferencias políticas fueron parte del proceso electoral.

 Hoy para enfrentar la grave crisis de inseguridad en Zacatecas, la adversidad sanitaria producto de la pandemia que aún no se libra del todo, la complejidad financiera, la demandante necesidad de atención a la población marginada, no permiten esta falta de sensibilidad. “Lo cortés no quita lo moreno”.

 Seguiré insistiendo que nos urge que le vaya bien al gobernador, sería absurdo pensar que las cosas no funcionen o los resultados no lleguen, esto nos afecta a todas y todos, ojalá que se escuche, que la sensatez aparezca, que la falla se corrija, que las señales cambien y que las sumas lleguen, de división estamos hartos, “lo cortés no quita lo moreno”.

Esperemos no terminar como lo canta Pedro Infante en la Carta a Ufemia… “tú me olvidaste y mataron mis amores el silencio que les diste; del amor, ¿pa’ qué te escribo? Y aquí queda como amigo tu afectísimo y atento y muy seguro servidor”.