
Pero diiiiicen…
Martes de mercado, de sentir que la quincena rinde y gasta una poco. Yo ando bien emocionada porque ya llovió, no tanto como quienes andan gobernando –que partiendo de los pocos logros que tienen, hasta eso quieren presumir–, pero sí bien felizota porque ya no tengo que regar las plantas, ya con esta llovizna se quitó la calorts y se me regó la florts.
Hablando de felicidades, me diiiiicen que muy contentos se vieron los gobernadores de Durango y Zacatecas en la firma del convenio de Seguridad. Al parecer no cambió en los términos que ya se había firmado en 2022, todo sigue igual: Colaboración, coordinación e inversión estratégica de parte de las dos entidades. Eso sí, pequeño detalle, el cambio que sí hubo nomás fue de gobernador, ya no era Rosas Aispuro, sino el estilo y visión de Esteban Villegas, quien dejó muy claro que quiere ayudarnos a enfrentar el grave problema que tenemos de inseguridad, que aun y que disminuye a cuenta gota, nomás no termina.
Por cierto, terminó la firma y el gober Villegas Villareal tuvo una encerrona con quienes integran la coalición de Va por Zacatecas. Ahí se dieron cita las y los legisladores federales, locales, alcaldes y las dirigencias de PRI, PAN y PRD. Quedó muy claro que o cierran filas o serán sólo parte de la historia; el ejemplo de que sí se puede lo ejemplifica Durango y muchos de los estados del norte donde las cuentas a Morena no le han dado. Eso sí, se fue temprano porque la recomendación del gober Monreal fue “que no te agarre la noche en carretera porque está caramba”, ¿cómo ahí qué?
Hablando de agarrar, me diiiiicen que quien ya anda agarrando monte es el hermano de la secretaria de Medio Ambiente en la Nueva Gobernanza. Resulta que Jorge Rodríguez Márquez está demandando al Issstezac, a quien también le llueve, pero sobre mojado. De poco le preocupó que su hermana Susana Rodríguez sea parte del gabinete del gobernador y ya tenga ahora, por salarios caídos, quebrada a la institución.
Ya veremos si se sostiene en este pleito laboral hasta que lo reinstalen o le paguen. O si de plano, como ya diiiiicen anda pasando, presionan a la secretaria Rodríguez Márquez para que contenga la presión legal de su carnal Jorge a cambio de su cargo en SAMA, o su aprobación en la negociación con los verdes, para salir aprobada en la pluri local. ¿Otra vez? Ya veremos el orden de prioridades de Susy.
Hablando de hermanos que enredan, me diiiiicen que quien no anda ayudando a su hermano David Monreal, es el exalcalde de Fresnillo, Rodolfo Monreal. Resulta que aparece con doble plaza, una en Sinaloa y otra en Zacatecas, en el Tecnológico de Fresnillo. Sólo él sabe cómo puede cumplir con las dos responsabilidades. Porque ni por tiempo ni distancia le da para cumplir con esa misión.
Por lo pronto, en su calidad de prefecto –con la que cobra por una chamba de fines de semana en El Mineral– me diiiiicen que ya metió en problemas al director de esa institución educativa, pues Francisco Javier González Ávila anda sudando una calentura ajena peor de las que nos daban con el covid, oigan. Y es que la verdad es que nadie puede defender lo indefendible, si se pasan con esas cosas tan burdas, ¿verdad?
Por cierto, antes de irnos, me diiiiicen que quien tampoco puede, sabe y yo creo ya ni quiere defenderse es el alcalde de Jerez. Resulta que me cuentan que la síndica, quien, por cierto, lo trae de encargo casi desde antes de llegar, sigue arrimándole los fierros en cada sesión de cabildo, en lo público y lo privado.
Pobre del doctor Salazar, ya no siente lo duro sino lo tupido. Ahora sí como El viejón de la MS, diiiiicen que –en la calle, en la oficina, en el cine o en el elevador– a donde lo lleven “ya le cayó el reclamón”. Desde Morena, quienes integran la oposición, la ciudadanía y las, los y les migrantes cuando vienen, todes tienen algo que referirle o reclamarle al todavía presidente municipal de Jerecito, qué cosas. No cabe duda que no todo el chifla es arriero, oigan.
Ya mejor vamos a darle al día que las cosas sólo chambeando se resuelven. Eso sí, ustedes ya saben y que no se les olvide que aquí todo lo que salga, igual ni es cierto, nomás ¡diiiiicen, diiiiicen!