
Pero diiiiiicen…
Iniciamos nueva semana, mis muy queridas y queridos amiguis, ¿qué tal cargaron pila, eh? Vamos a reanudar actividad con mucha energía y ganas de hacer las cosas bien, así sea echar chismito de oficina, de compis o nomás por gusto, aunque estemos bien preocupados por esas quincenas que no llegaron. Esperemos ya falte menos para que se resuelva y no sea como diiiiicen los rumores: que todo es para correr como a 300 de confianza, en quienes no tienen confianza.
Por lo pronto, el que ya resolvió el dilema de los llamados “autos chocolates” es el presidente Andrés Manuel. Ya firmó el acuerdo para su regularización, de entrada dijo, sólo será para los vehículos de procedencia extranjera que ya se encuentren en México y que estén localizados en estados fronterizos; los que quieran ser parte de este “beneficio” tendrán que caerle con sus 2 mil 500 pesos, que según esto para mejorar las vialidades, ¿que esa no es obligación de gobierno? ¿o ando mal?, como en esos rubros eliminó muchos recursos ahora diiiiicen ¡que los ponga el pueblo sabio! ¿verdad?
Con esto, quienes me diiiiicen andan muy molestos y preocupados son quienes tienen en el país agencias de venta de automotores, y es que a la fecha sus ventas han venido a la baja de manera considerable, casi como los bonos de opinión positiva de “ya saben quien” que en los primeros días ya el desgaste se nota y no se ve quién ayude a que frene, pero esa es otra historia, oigan. El punto es que con este tema no sólo son los ingresos que no lleguen a estas empresas, son los empleos que se pueden perder, la familias a las que les quitarían su estabilidad económica y laboral, y la fuga de capital y falta de inversión que sin duda seguirá provocando una crisis mayor a la que ya padecemos, oigan.
El que me diiiiicen provocó la dominguera fue el gobernador David Monreal en el evento que tuvo con maestras y maestros, al calor de la emoción donde anunció que ya va muy avanzando con resolver el problema que tiene el magisterio, y que ya casi tenía secretaria de educación (la nombró hasta el día siguiente). Soltó un reclamo que olía a regaño y que terminó de molestar a presentes y ausentes.
Pues les relató muy en el rollo, tono y pausas de AMLO, que a pesar de que no apoyaron como debían las causas y luchas de López Obrador frente a las reformas de Enrique Peña, y la que el propio gober realizó en 2016 para llegar a la gubernatura, los estaban ayudando, casi casi, que ni se lo merecen, pero pos ya qué. Pronto algunas y algunos presentes diiiiicen que murmuraron “¿venganzas pues?”. Total que no se vuelvan a revelar o salgan con bromas, porque si nos quitan eso o no lo resuelven ya no es bronca del gobierno del estado eeeh, ustedes serán los culpables pues, mis profes, ¡tómala!
Otro que se aventó muy a su estilo una frase llegadora, de esas que calientan los ánimos, prenden mecha y pegan con tubo, fue el empresario musical, cantante y diputado federal Marco Flores. Ahora resulta que es el bueno para hacer gobernadores, diiiiicen que sin miedo al éxito, “papá”, afirmó en plena reunión de la comisión de cultura que por el ganó David Monreal el proceso electoral, ¡eso, ma…rco!
No se hicieron esperar las voces de diputadas que diiiiicen, pronto comentaron, debió ser por sus frases misóginas y llenas de violencia como “arriba las pinches viejas” o la de “a chingar a su madre” en Pinos, ¿verdad? Ojalá que pronto le sugieran de las oficinas del bienestar, de la presidencia de Guadalupe o si le dan chance de la secretaría general, al flamante diputado, que le ayuda más a su gobernador nomás levantando la manita y diciendo “a favor”.
Antes de despedirnos, les cuento que me llegan varios mensajes, llamadas y correos de nuestros seguidores y seguidoras en los municipios, y me cuentan que el hostigamiento laboral, las amenazas y hasta la suspensión de pago son ya permanentes. No sólo resultó tema de cambio de partidos en el gobierno, sino también hasta por los conflictos entre equipos de la misma casa, diiiiicen que no están revisando trabajos o resultados, sino con puras etiquetas políticas y ganas de fregar, ¡pos qué’s!
No se les olvide que eso traerá consecuencias legales y económicas para sus administraciones, mídanle bien y hay que tantearle, porque luego cada laudo cuesta y cuesta mucho, raza. Lo’ ahí tan después con tristezas, eeeh. Amiguis, nos vamos, total que en esta columna todo lo que salga, igual ni es cierto, nomás ¡diiiiicen, diiiiicen!