La paciente de la cama 11

TEXTO Y FOTO: LUCÍA DINORAH BAÑUELOS
ZACATECAS, ZAC.- Una familia jalpense denuncia negligencia en el Hospital de la Mujer, en la que uno de los gemelos que debían nacer la semana pasada, falleció en el vientre de su madre, la paciente de la cama 11.

Es el abuelo de la criatura, visiblemente agobiado por la pena y el enojo, narra los hechos en los que perdió la vida su nieto y el maltrato del que fue víctima su hija durante su estancia en el hospital.

La madre de los gemelos llegó al nosocomio la madrugada del domingo 10 de agosto, programada para cesárea, llegó con presión alta y durante la semana que ha estado internada, presenta hinchazón en las piernas y pies.

Sin embargo, dice el denunciante, “no me la atendieron pronto”, la enviaron del hospital de Jalpa porque ya era tiempo del alumbramiento, pero aquí “la metían y sacaban de quirófano sin hacerle nada, hasta que ocurrió lo irreparable”.

Fue hasta el miércoles 13 que por primera vez “la llevaron a quirófano, pero la sacaron que porque no tenían incubadora para uno de los gemelos. Cuando pasa esto yo voy y reclamo”.

De acuerdo con el testimonio del hombre, preguntó el motivo por el cual no operaron a su hija, pero no obtuvo respuesta: “no me dijeron nada, sólo me dijeron que esperara. Fui y me senté ahí –en la sala de espera- por mucho tiempo, pero nunca salieron a darme una razón”, reclama.

Al no tener ninguna noticia, el abuelo de los gemelos se dirigió a Trabajo Social en busca de información, “pero ahí me dijeron que no sabían nada, que buscara al doctor, ¿pero yo como iba a saber quién era el doctor?, no sé quién la esté atendiendo, nunca nos dijeron”.

El denunciante asegura que fueron horas y horas sin tener respuesta, “nadie nos decía nada, aunque preguntábamos”. Explicó que en una ocasión que preguntó otra vez por qué la habían sacado del quirófano y por el estado de su hija le respondieron que no se preocupara, que estaba bien, que no estaba en labor de parto.

Sin embargo, cuando fue hora de visita, único momento en que podrían ver a la paciente, la muchacha les decía que tenía dolores y que sentía que los niños se movían mucho y la lastimaban.

Se quejó con su padre de que el personal de enfermería la ignoraba cuando les decía sus síntomas, “además, como no dejan estar a ningún familiar con ella, ella tenía qué moverse sola para ir al baño y para bañarse, aunque no pudiera por su estado.

“Una vez no alcanzó a levantarse a tiempo para ir al baño y se orinó. Mi muchacha me dijo que la regañaron, le dijeron cochina y la hicieron levantarse sola para cambiar la cama”, el maltrato ha sido mucho.

Ante la incertidumbre, la familia buscó una entrevista con la directora del hospital -Graciela Vázquez Sandoval- el viernes 15 de agosto, quien explicó que no podían operar a la paciente porque hacía falta una incubadora para uno de los gemelos.

“Me dijo: ‘vamos a ver si ahora viernes la pasamos a quirófano’. A las 11:00 de la mañana yo entro a visita, mi hija me dijo que sentía mucha ansia, que se quería bañar, para calmarse, porque no se sentía bien, pero que no podía sola”, narró el hombre.

Cuando estaban a punto de bañarla, les avisan que está listo el quirófano y se la llevan. Esperaron afuera las buenas noticias, pero no las hubo, volvieron a sacar a la paciente de quirófano sin practicarle la cesárea, esta vez porque llegó una emergencia.

A las 12:00 de la noche de ese viernes, para amanecer el sábado, “un doctor, al que no le pregunté su nombre porque me sentí muy mal por la noticia, me dijo, ‘salga pa’ca’, me sacó a un pasillo y me dijo: ‘uno de los niños ya falleció’, pero así, como si fuera cualquier cosa”.

Entonces, el abuelo consternado preguntó ¿y ahora qué procede?, la respuesta fue: “ahora sí ya la vamos a meter a quirófano, porque uno de los niños ya falleció y está en riesgo”.

El hombre, con la voz cortada y las lágrimas a ras de los ojos reclamó: “ahora sí me hablaron, ahora sí la metieron, para darme la noticia de que uno de los niños ya había fallecido. Esto -denunciar- lo hago por toda la gente que está aquí, ha habido muchos, muchos niños muertos en esta semana”, dijo que él y su familia se han enterado de los fallecimiento en su agónica espera.

Tras la fatal noticia, el hombre y su hija sí se volvieron visibles, le pidieron al abuelo que esperara en la sala para entregarle el certificado de defunción y el cuerpecito.

A las 7:30 de la mañana del sábado 16 de agosto, seguía esperando en el estacionamiento de ambulancia, porque el trato también es inhumano para los familiares de los pacientes, a quienes desalojan de la sala de espera apenas oscurece.

A esa hora pidió respuesta a la Trabajadora Social, “pero me hizo sentir muy mal”, no le dio información, le dijo que esperara que ya le dirían. A esa hora, ya había pedido los servicios funerarios a Jalpa, para llevar el cuerpo de su nieto, sepultarlo y regresar a hacer fuertes su esposa y a su hija.