En la mira
La UAZ y el desafío de convertirse en motor de las “Ciudades Educadoras”

La Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) se encuentra ante una coyuntura estratégica para reafirmar su papel como la institución de educación superior más importante del estado.
Frente a un contexto caracterizado por carencias en muchos sentidos, la universidad puede asumir el liderazgo en la implementación del modelo de la UNESCO sobre “Ciudades Educadoras”, pero no de manera aislada, sino mediante una alianza estratégica con la sociedad, los organismos gubernamentales, no gubernamentales, colegios de profesionistas y organizaciones civiles.
El concepto de “Ciudades Educadoras” plantea que la educación debe extenderse a todos los espacios sociales y urbanos, convirtiendo a la comunidad en un escenario vivo de aprendizaje.
Para Zacatecas, esta visión adquiere sentido si se traduce en políticas y acciones conjuntas que integren el conocimiento universitario con los esfuerzos de los gobiernos municipales, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil. La UAZ puede y debe ser el eje articulador de esta sinergia, integrando este principio en su Plan de Desarrollo Institucional 2025-2029.
El potencial radica en el arsenal académico que posee la universidad y la posibilidad de generar ambientes de aprendizaje para sus estudiantes.
Los programas educativos del área de Ciencias de la Salud pueden fortalecer campañas de prevención y diseñar entornos saludables en colaboración con los servicios estatales de salud y ONG especializadas.
Las ingenierías y la arquitectura pueden contribuir con proyectos de movilidad urbana, vivienda y sustentabilidad, en coordinación con gobiernos municipales y colegios de profesionistas. Las ciencias sociales y jurídicas, trabajando de la mano con organismos no gubernamentales, pueden impulsar procesos de participación ciudadana, defensa de derechos y cultura democrática.
A su vez, las artes y humanidades, en alianza con instituciones culturales, tienen la capacidad de revitalizar la identidad colectiva y la cohesión social.
La implementación en cabeceras municipales resulta prioritaria. Zacatecas no sólo es su capital, sino una red de comunidades con necesidades distintas. Ferias de salud, talleres culturales, asesorías jurídicas, capacitaciones tecnológicas y diagnósticos comunitarios permitirían acercar los beneficios del conocimiento universitario a la población, siempre bajo esquemas de colaboración con los gobiernos locales, colegios profesionales y asociaciones civiles.
Estas acciones no sólo amplían la cobertura de la universidad, sino que consolidan un modelo de responsabilidad social universitaria que responde a las necesidades reales del estado.
Para que esta política sea efectiva, debe contar con un sistema de evaluación y sostenibilidad. No se trata de actividades esporádicas, sino de programas institucionales con indicadores claros: número de municipios atendidos, proyectos interdisciplinarios desarrollados, participación comunitaria alcanzada y mejoras verificables en salud, educación y cultura.
El financiamiento podrá fortalecerse a través de convenios interinstitucionales, participación en fondos internacionales y colaboración con el sector privado bajo criterios de responsabilidad social.
La UAZ tiene la capacidad de convocar y articular a distintos actores en torno a un mismo objetivo: hacer de Zacatecas un territorio educador. Si logra consolidar estas acciones como una política institucional, no sólo se convertirá en referente académico, sino en motor de transformación social, económica y cultural, impulsando la equidad, innovación y justicia social. Al tiempo.
