
Teatro infantil
Así como casi todo el año hay fechas conmemorativas, el 20 de marzo se dedica al teatro infantil, o al menos al que esta dirigido a este sector poblacional, por eso, dedico esta columna a dicho tema.
El sábado por la tarde mientras revisaba las redes sociales, me apareció una publicidad en la que se invitaba a que el domingo a las 12:00 del día asistiera el público en general a la presentación de la obra titulada La pequeña gran Emma, producida y protagonizada por la compañía La Ciénega Teatro.
El evento tuvo lugar en el Salón de Teatro en las propias instalaciones del IZC. Yo no conocía el salón y pensé que sería en el auditorio de ese mismo espacio (no sé si todavía exista), pero en realidad era para un aforo muy reducido, no más de 50 infantes y la misma cantidad de adultos.
Reconozco y sé del trabajo que realiza esta compañía, pues va desde este tipo de puestas en escena hasta de crítica social y bastante crudeza, sin duda, un excelente trabajo en pro del arte local y que ha llegado a muchas partes del país.
Pero regresemos con “Emma”; la obra comenzó bastante fluida, tuvo diversión, mensaje muy comprensible para todas las edades, fantasía y realidad. El público asistente participó y volvió a su niñez por esos 45 minutos. Gigantes, reyes, nanas, abejas, conejos y por supuesto Emma, interactuaron y nos recordaron de lo valiosa que es la seguridad en nosotros mismos.
Al término de la obra, los actores Noé, Iván y Kalio fueron abordados y se tomaron las fotos con quien lo solicitó, eso muestra que la infancia es el público más noble y a la vez crítico que puede haber, pues si no les gusta, sin cortesías se retira o distrae en otras cosas. Sin embargo, durante toda la obra, el público estuvo con la mayor atención.
Además de lo dicho, me llamó la atención que sólo tuvo una función, pues desde mi punto de vista, estas actividades contribuyen en mucho más para la cohesión social que, como ellos dijeron, «la televisión y los dispositivos electrónicos”, es decir, hace falta que la cultura del teatro, la danza, la música, etcétera, lleguen a más sectores sociales.
Sólo así, dejaremos atrás las apologías a elementos que no contribuyen en la tranquilidad social y que tanto daño están causando al país. Además los padres y madres de familia debemos acercar a las infancias a la puestas escénicas para que el ámbito cultural inunde las mentes y tengamos mejores perspectivas de la vida.
Ojalá que este a partir de este 20 de marzo haya más impulso al teatro infantil, porque es indudable que entre más arte, más armonía social habrá.