Texto y fotografías: Miguel Alvarado

ZACATECAS, ZAC. Desde hace 52 años don Refugio se desempeña como bolero.

Recordó que a los 12 años aprendió las técnicas y el oficio por medio de su padre, quien se dedicaba a lo mismo.

“Lo hice por necesidad para apoyar económicamente a la familia”, narró.

Al paso del tiempo don Cuco formó su propia familia, tuvo 10 hijos, 5 mujeres y 5 hombres.

Los hombres le ayudaron un tiempo en su bolería y dice que “estoy por traerme a una de mis hijas a ver si quiere”.

Trabaja con gusto

Para don Refugio, lo que más les gusta de su trabajo es la convivencia que tiene con la gente cuando solicitan su servicio. 

“Es muy bonita y tiene que serlo porque se tiene que convivir con los clientes”, dijo.

“Aquí está su amigo El Marros Junior para lo que se ofrezca”, recalcó.

Expuso que está agradecido con toda la gente que lo sigue, tanto amigos como compañeros.

Sin ingresos fijas

Refugio Gutiérrez refirió que a diario sale a trabajar para lograr su sustento.

 “No me alcanza, pero pues hay que ajustarse a lo que haya, a veces se gana y otras no”, reconoció.

Indicó que cuando inició en este oficio cada boleada costaba 15 centavos y actualmente cobra 20 pesos.

El Covid hace tambalear su negocio

Mencionó que durante la contingencia sanitaria por la pandemia de Covid-19 le fue mal, ya que tuvo que dejar de laborar 4 meses.

Agregó que también se ha dedicado a “meserear” en eventos sociales para ajustar los gastos del hogar.