Aquí llega de nuevo el lunes, con toda su fuerza, presiones y preocupaciones. Lo único que no llega es la quincena, esa parece que está aferrada a no presentarse, puro sufrir oigan. Por eso yo cuando puedo me concentro mejor en los chismitos que les cuento para que sean menos los soponcios que me dan con tanto; de plano mejor vamos a contarnos lo del día.

Y como andamos en la contadera, me diiiiicen que quien ya está contando los días para que su nueva estrategia se sienta en materia de seguridad, es el gobernador David Monreal. Las malas notas y noticias no terminan de irse, Zacatecas sigue siendo lamentablemente una de las entidades con el mayor índice de inseguridad nacional. Diiiiicen que ahora lo importante es que la visión de la Nueva Gobernanza se tenga también en el gobierno de López Obrador, porque lleva años ofreciendo apoyo y nomás no se concreta; ejemplo cuando han mandado elementos de la Guardia Nacional y más tardan en echarse el viaje que en lo que les lleva de nuevo el requerimiento para volverse a “concentrar” en su base, pos así cómo, con esas ayudas esto no cambiará, amiguis.

Hablando de cambios, me diiiiicen que fue el mismo gober Monreal el que anunció no cambios, pero sí salidas de su gabinete; ese equipo que reprobó su hermano Ricardo Monreal porque aseguró “no le ayudan a David”, ahora ya andan modo destape para ser candidatas, candidatos y candidates en la elección de este año.

Al parecer me diiiiicen fue el gobernador quien ya le dio espaldarazo público, además de señales, a dos de sus colaboradores; la primera la aún secretaria de Educación, Maribel Villalpando y el todavía secretario del Campo, Jesús Padilla. Ambos quieren ir a formar parte de la próxima Legislatura del estado. Será pues cuestión de días que formalmente se separen de sus chambitas, ya que siendo realistas es lo único que falta, de ahí en más ya la presencia, descaro, gasto permanente y cinismo electoral están rebasados en los distritos de Jalpa y Sombrerete, respectivamente.

Oigan, y ya que digo rebasados, me cuentan que ya no le encuentran salida a las decisiones de Morena para el Senado y las diputaciones federales. Ya se rebasó a las dirigencias, los aliades y hasta los tiempos, pero por mucho. Todo parece indicar que no termina de llegar la indicación de la corcholata Sheinbaum sobre quiénes deben de ir a la boleta pa buscar el voto y quiénes, diiiiicen, serán las, los y les que tengan su veto.

Por lo pronto, Saúl Monreal en reuniones, giras, festejos, comidas, jueves de rolitas y lo que sea, asegura que Ulises Mejía está fuera, que el candidato es y será él, por algo se asume como “el mejor de la cuadra”. Diiiiicen que no falta quien asegura que ni de la de su casa, porque no termina de acomodar dónde vive realmente, en Fresnillo, en Zacatecas o en Guadalajara, sea por Dios.

Por lo pronto, si ese asunto está resuelto o no, falta el otro capítulo, el de las mujeres, pues Geovanna Bañuelos no deja de presumir en redes, fotos, boletines y lo que se pueda que quien está en la mesa de las decisiones de su coalición es ella. Es decir, la que a nombre del Partido del Trabajo sube y baja, anota y borra es ella merengues. Esto le da una firma de ventaja por encima de Verónica, Soledad y quien se apunte para la fórmula de “Sigamos Haciendo Historia”.

Antes de irnos me diiiiicen que quienes siguen y siguen, pero organizándose para que su voz se escuche, son integrantes de la izquierda, de Morena y la vida universitaria, sobre el asunto del proyecto del viaducto elevado para el bulevar Adolfo López Mateos. Lo que es lo mismo, este grupo, más quienes se les acumulen, no están de acuerdo en la construcción del segundo piso y por ello están urgiendo a que no sea una decisión arbitraria de la Nueva Gobernanza; que sea la ciudadanía quien decida. Lo que ellos no saben, es que el pueblo sabio lo que exige es que ese ejercicio sea pero pa la revocación de mandato; si vamos a prender fuego, de una vez que arda el cerro, oigan.

Mejor ya nos vamos. Eso sí, ya saben que en esto del chismito casi nada es cierto, menos lo que aquí les cuento, yo sólo les ando contando lo que ¡diiiiicen, diiiiicen!