
Francisco Villa
JESÚS DOMÍNGUEZ CARDIEL
El 20 de julio de 1923, hace exactamente 101 años, el Centauro del Norte perdió la vida en una emboscada en Parral, Chihuahua.
De nombre de pila Doroteo Arango Arámbula, fue una persona que desde pequeño vio que las injusticias del país eran un mal que tenía que erradicarse, por lo que siempre estuvo enfocado en realizar acciones que evitaran lo antes dicho.
Algunas corrientes de historia, lo catalogan como un sanguinario, forajido, especie de Robin Hood y cualquier otra cosa que denote agresividad; pero también hay otras que lo colocan como un héroe, como una persona sin vicios y justa, por supuesto, ambas quieren resaltar algunas ideas por cuestiones políticas.
Así, se ha creado un mito acerca de su figura, y aunque importantes personajes del gremio historiador, se han dado a la tarea de realizar investigaciones serias para dar cuenta de pormenores acerca de Villa, es que no se ha logrado desmitificar por completo.
Para el caso de Zacatecas, su figura es representativa y monumental, pues participó en la famosa Batalla de Zacatecas del 23 de junio de 1914, cuando al sonar de un cañonazo inició el cruento enfrentamiento que duró aproximadamente ocho horas.
Con ello, su figura en el estado se enalteció, pues marcó el inicio del fin de la dictadura y usurpación de Victoriano Huerta, por lo que marcó un antes y un después en el desarrollo del conflicto revolucionario.
Por ello, es que existen colonias, calles, edificios, escuelas y hasta el estadio llevó por mucho tiempo su nombre. También en los altares de muertos siempre habrá alguno para él. En otras palabras continua como una figura histórica preponderante en el panteón heroico mexicano.
En cuestiones plenamente históricas, Francisco Villa ha sido objeto de estudio de innumerables personas, pero no solo por las hazañas reales o documentadas, sino por el mito que más atrás se mencionó, por lo que en cualquier librería siempre habrá algún texto que hable de él.
Hay quien dice que fue amigo de Emiliano Zapata, otros dicen que no lo fueron, sin embargo, ambas figuras se han convertido, al menos desde la historia oficial que se nos ha dado a través de los libros de texto y de la difusión oficial, en los más grandes exponentes de la lucha social en favor del pueblo mexicano.
Pues no son sentados en la mesa de los militares revolucionarios que se asieron del poder por medio de golpes de estado o elecciones.
En este sentido y como lo he mencionado en temas anteriores, el resaltar estas efemérides tiene la intención de que se acerque más a usted que lee a que no se quede con una sola idea sobre lo acontecido, pues siempre existirán diversas versiones sobre el tema.
Baste con ver que además de la producción académica como libros, tesis o artículos, hay una vasta elaboración de material en torno a Villa y su muerte en Parral, es decir, usted encontrará películas (sobre todo de Antonio Aguilar), series, comics, leyendas, obras de teatro y hasta representaciones folclóricas. Por ello, le conmino a que indague mucho, pues todavía hay mucho que escribir sobre Francisco Villa.