• miércoles, 19 de febrero de 2025
  • 16 °C
La paz encuentra su cauce pese a las narrativas violentas: Cristina Ávila Zesatti
Compartir en redes sociales

La paz encuentra su cauce pese a las narrativas violentas: Cristina Ávila Zesatti

VALERIA GIL
FOTOS: CORTESÍA

La historia pacifista de México y el mundo ha sido ignorada

ZACATECAS, ZAC.- Aunque parezca lo contrario, la paz siempre ha estado aquí. No debe confundirse con una utopía, asegura Cristina Ávila Zesatti -periodista, animalista y activista por la paz- poco antes de salir a su recorrido nocturno en el que diariamente alimenta a perros y gatos callejeros. 

Entre su manada de animales rescatados, Cristina explica que la paz es “un componente del ser humano que siempre ha existido y siempre nos ha acompañado en este camino de formarnos como civilización o como sociedad. No es que no haya paz, es que necesitamos aprender a verla para entenderla mejor”.

En vísperas del Día Internacional de la Paz, destaca a científicos como Steven Pinker que han comprobado que actualmente se vive “en el momento más pacífico de la historia de la humanidad”; sin embargo, la percepción es que vivimos en “el momento más violento”. 

“La gente dice: ‘Ay, es que esto no se veía antes’. Yo creo que tiene que ver con nuestra percepción y con lo que vemos, y ahí juegan un papel fundamental los medios de comunicación y las redes sociales”. 

Parafraseando al investigador pacifista, Paco Muñoz, agrega que “La paz es siempre imperfecta” y, como sociedad, vamos alcanzando “cotos de paz”, pero nunca percibimos que estamos en paz. 

Cristina forjó una carrera periodística de más de 20 años en medios como CNN, NBC y Telemundo, hasta que decidió migrar a un enfoque distinto y fundó Corresponsal de Paz en 2009, cuando se dio cuenta de que, masivamente, se insiste en definir la realidad de la sociedad en “claves violentas”. 

“En todos los foros y debates se habla de la paz desde su ausencia… No digo que no exista la violencia, pero perseguimos a la paz como un anhelo y a la violencia como una realidad. No nos damos a la tarea de registrar la paz que existe”.

 

La creación del enemigo

Para explicar la importancia de los medios de comunicación en la percepción violenta del mundo, la pacifista se remonta a la Guerra de Crimea, cuando ya existía el telégrafo y el periodismo creó la figura del corresponsal de guerra.

“Lo enviaba el Reino Unido o Francia, y la tarea era narrar no la guerra en sí, sino la gesta heroica de su propio bando. Es decir ‘cómo nosotros aplastamos al otro’”. 

Existen tres momentos clave para los estudiosos de la paz: Los movimientos sociales del 68 en México y Francia, la Revolución de Terciopelo en Checoslovaquia y los hechos ocurridos en el 89, a nivel global, motivados por la sociedad. 

Así inició el peacemaking, cómo hacer la paz; así como el interés de la Unesco por generar una cultura de paz, todo a raíz del avance científico en torno a la paz “por debajo del agua”. “Los científicos comprobaron que el ser humano es culturalmente violento, pero no naturalmente violento”, reitera. 

En la primera etapa de su carrera, Cristina se desempeñó dentro del programa Ocurrió así -ahora llamado Al rojo vivo- de Telemundo. “Yo viví del chupacabras durante meses”, reconoce, pero “no sé si explotar la parte más oscura del ser humano nos está cobrando una factura mucho más cara”. 

“Decir ‘es lo que vende’ es un cliché de los medios de comunicación. El periodismo normal y  serio se ha subido a ese tren. Lo diré cuantas veces sea necesario… Tenemos redacciones enteras haciendo eso, ¿dónde está la ética?”. 

 

”Abrazos, no balazos”

En México, la estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador gira alrededor de la frase “Abrazos, no balazos”, un estandarte que pretende enfrentar la inseguridad desde el origen.

“La paz por supuesto necesita de símbolos, necesita de una narrativa, pero sin hechos concretos, congruentes con esos símbolos y esas narrativas, pues se quedan huecos. El ‘Abrazos, no balazos’ se ha convertido casi en una burla porque tenemos a un presidente que todos los días nos cuela la creación del enemigo y eso va quedando en el subconsciente”, añade Cristina. 

“Todos los días habla de adversarios, todos los días está separando a México”. 

Asegura que no existe un proyecto de nación y, cuando un líder de Estado abre la veda, todo está permitido. “No digo que él haya hecho al México tan enfrentado, sino que no ha hecho ningún esfuerzo real que no vaya más allá de frases anecdóticas por unirnos”. 

A la par, lamenta que la generación actual no verá a un México más pacífico por la “guerra con el narcotráfico” emprendida gobiernos atrás, pero reconoce que, aunque hoy se quitara ese componente, el país no dejaría “de matarse a sí mismo”. 

“El conflicto es inherente al ser humano, pero le hemos hecho entender a la gente que el conflicto es negativo y que hay que evitarlo”, pero no hay manera de evitarlo. 

 

¿A quién le toca hacer la paz?

Cristina destaca que la cultura de paz busca formar ciudadanos libres y abiertos al diálogo. En contraparte, los estados nación necesitan a un enemigo para existir, esa es su razón de ser. “Necesitan poner fronteras, límites, delimitar amigos y enemigos”. 

El papel de los gobiernos, considera, debería limitarse a sus funciones de institución. Mientras que la sociedad requiere que ellos le cumplan y se adapten a ella, pero no que, con un enfoque partidista, pretendan dirigirla.

Por ello, confía en que la normalización de la paz recae en la gente común, en su organización y en su respuesta todos los días.

“La organización llega ante cualquier situación que irrumpe al ser humano. Primero se pregunta si sólo le pasa a él, luego busca al otro y luego se organizará porque lo que quiere es regresar a sus condiciones normales de vida”.

Asimismo, hace énfasis en que se debe entender a “los violentos” y el porqué son violentos, pues enfocarse únicamente en tener menos víctimas, pero no menos victimarios, no permitirá dar con las motivaciones. 

“Es muy fácil señalar, pero cuáles son las motivaciones, por qué en este país se han matado para ser presidente municipal y gobernador. Desde la revolución se vienen matando por llegar al poder, pero ¿qué es el poder?”

No se trata de poner la otra mejilla, se trata de entender, porque lo que no se comprende no se puede transformar, insiste. “Nos toca reencaminar nuestra mentalidad, por lo menos durante dos generaciones más, porque el cambio de paradigma es lo único que hará que vivamos en un mundo más pacífico”.

Día Internacional de la Paz

En 1981, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el Día Internacional de la Paz. Dos décadas más tarde, en 2001, decidió -por unanimidad- celebrar este día observando una jornada de 24 horas, de no violencia y alto el fuego.