
Alexander no conquistó sólo Europa…
En la mira
En días pasados, a muchos universitarios nos dio un gran gusto recibir la noticia de que en la máxima casa de estudios de los zacatecanos, la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas, se implementará un proceso Reforma Universitaria.
Enhorabuena por todos los sectores universitarios y por la sociedad zacatecana que seremos testigos y actores directos de un proceso de transformación que esperemos lleven a nuestra institución a replantear su quehacer y mejorar los estándares de reconocimiento social.
Desde el Congreso General de Reforma desarrollado durante el periodo 1998-2000, nuestra institución no se había sometido a un proceso de revisión integral, el cual culminó con la puesta en marcha del actual modelo académico UAZ Siglo XXI, la Ley Orgánica y Estatuto General, así como una serie de resolutivos en torno a las funciones sustantivas y adjetivas.
Quienes fuimos autores, actores y operadores del último proceso de reforma, así como las nuevas generaciones de universitarios, estaremos muy atentos a la metodología de trabajo para sumarnos a este gran proyecto, que esperamos pueda concretar en algo tangible que verdaderamente lleve a nuestra universidad a esa gran transformación que actualmente se nos demanda y que no sea una salida fácil para atender un problema emergente relacionado con la crisis que actualmente se está viviendo en la universidad.
Será interesante estar pendientes de la difusión de la convocatoria y que se haga extensiva, ya que requerimos generar espacios de discusión abiertos y con la posibilidad de hacerla planeada y participativa y que no quede como una mera reforma de escritorio donde algunos cuantos tengan voz y voto y que el resto de los universitarios sólo seamos expectadores de sus decisiones.
La expectativa que impera ahora, es conocer si este proceso de reforma tocará de fondo los aspectos trascendentales que están marcando la pauta de la vida universitaria.
Surgen interrogantes orientados a saber si se realizará un diagnóstico actual y qué estado guardan los resolutivos de los anteriores procesos de reforma, cuáles de ellos se operaron y cuáles quedan aún pendientes.
Es momento de preguntarse, se tocará la Ley Orgánica, habrá una nueva orientación del modelo académico UAZ Siglo XXI armonizado con la política federal de la Nueva Escuela Mexicana, qué pasará con el nivel básico y medio superior en torno al Nuevo Marco Común Curricular, se atenderán de fondo los problemas estructurales que están poniendo en riesgo la viabilidad académica y financiera de la institución; temas torales como la jubilación dinámica y los contratos colectivos de trabajo serán revisados con el propósito de hacer frente a los problemas que vienen arrastrando a lo largo de su puesta en marcha.
Qué pasará con la transparencia como política para abrir los expedientes secretos de la vida universitaria; se realizará un diagnóstico de las necesidades de normatividad primaria y secundaria o se revisará el Reglamento General de Elecciones que en su aplicación en los últimos procesos electorales ha dejado en tela de juicio su vigencia y viabilidad, en fin, al tiempo.