La viruela y enfermedades respiratorias
Para esta ocasión me remitiré a explicar cómo llegó la viruela al hoy territorio mexicano y el por qué fue tan letal en aquellos años. Asimismo para concatenar con la actualidad en la que a pesar de los adelantos científicos, algunas enfermedades son altamente peligrosas.
Primeramente, viene el tema porque un 25 de noviembre de 1520 Cuitláhuac, Huey Tlatoani de los Mexicas, murió derivado de la viruela, enfermedad que se transmite vía aérea y que para aquellos años no existía conocimiento para tratarla.
Los europeos que llegaron a partir de 1492 se encontraban en una época en la que había desconocimiento respecto a las enfermedades y no existían tratamientos efectivos que paliaran o intentaran contener este tipo de contagios, al grado de tener epidemias bastante destructivas.
En comparación, los nativos de estas tierras también tenían otro tipo de padecimientos a los que los recién llegados también se vieron infectados. Aunque hay que resaltar que no con la letalidad que las traídas allende el mar Atlántico.
Entonces, con el viaje de expansión vino gente con distintos tipos de padecimientos que rápidamente se expandieron con los nativos y menguaron de manera considerable a la población, pues la mortandad fue excesiva.
La viruela atacó sin distinción alguna y como se dijo al inicio Cuitláhuac feneció de manera rápida. Este hecho motivó la elección de Cuauhtémoc como señor de la ciudad México-Tenochtitlan.
A la distancia, avances médicos se han sucedido unos tras otros y afortunadamente las vacunas han erradicado en su mayoría las enfermedades que en los siglos de gobierno español fueron mortales, sin embargo, no debemos descuidarnos.
Baste con recordar que hace cuatro años estábamos en plena contingencia por el covid-19 mismo que continua activo. Por consiguiente, se invita a toda la población a tomar las medidas adecuadas y recurrir a vacunas para evitar complicaciones.
Finalmente, aunque se ha vivido un mes especialmente caluroso, la estación es otoño y se presentan cambios bruscos de temperatura, razón por la que es conveniente abrigarnos y prepararnos correctamente para dichas variaciones.