
¿Qué es vocación?
En días anteriores he escuchado en múltiples ocasiones la palabra vocación, pero, ¿sabe usted qué significa?, pues aquí coloco algunas definiciones y posteriormente apreciaciones del concepto en el ámbito educativo.
Según la Real Academia de la Lengua, el vocablo tiene al menos tres definiciones, la primera afirma que es: inspiración con que Dios llama a algún estado, especialmente al de la religión, la segunda, inclinación a un estado, una profesión o una carrera y la tercera, convocación, llamamiento.
En esta ocasión abordaré la segunda, pues en la educación generalmente utilizamos la vocación para referirnos a la idea de haber querido desde siempre o por mucho tiempo dar clases, sin embargo, mucha gente la confunde con la idea de servicio no remunerado o con aguantar vejaciones por la supuesta “vocación”.
Me explico, el magisterio en general tiene mucha vocación, sin embargo, en lo económico, necesitamos del salario para acceder a las necesidades básicas como alimentación, higiene y vivienda; sumemos también que gran parte del gremio no vive en el sitio en donde labora, por lo que necesita trasladarse ya sea en transporte público o vehículo propio, pero siempre necesitando de dinero para sufragar los gastos.
A eso hay que agregar el pago de la renta y comida del sitio en donde se alojará durante toda la semana. Quiero precisar que todos estos gastos no son auspiciados por las dependencias educativas y aunque hay un “bono” para despensa, éste no supera los 500 pesos habitualmente. Obviamente no alcanza para mantener los dos espacios de vivienda y las necesidades del día a día. Pero pensemos en que los “profes” y las maestras vivan en su lugar de origen, ahí también se tienen otros gastos.
El otro aspecto de la vocación mal entendida es el aguantar las vejaciones laborales por parte de patrones, padres de familia y el propio alumnado. Si bien, en las escuelas formadoras de docentes se brinda preparación para el manejo de la presión laboral, somos humanos y en ocasiones se ve dañada la salud socioemocional. Considero también que alguna parte de la sociedad piensa que es deber del magisterio soportar diatribas.
Nada más alejado de la sociedad, pues ninguna profesión u oficio esta dispuesto a tolerar injurias o maltratos por el simple hecho de tener “vocación”; al contrario es responsabilidad social tratar bien a quien preste cualquier servicio y quien lo hace, responder de la misma manera.
Por otro lado, el profesorado en general tiene la obligación de buscar el desarrollo integral de cada alumno y alumna que va a las aulas escolares, desde propiciar el interés por cada asignatura o campo formativo, comprender procesos, entender su entorno y respetarlo y muchas cosas más. Eso es la vocación.
Para cerrar solo me resta decir que entre comprender el significado de vocación y ejercer, en este caso la docencia, a vivir en constantes problemas económicos o con el temor de vivir atormentados hay mucho trecho. Como lo dije, esto aplica para cualquier profesión u oficio.