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Visión y percepción 

Atendamos las enfermedades mentales 

En la actualidad todos estamos expuestos a sufrir algún tipo de trastorno mental. Los tiempos que vivimos propician que, constantemente, padezcamos problemas y alteraciones psicológicas.

La depresión, la ansiedad y la bipolaridad, entre otros, son trastornos psicológicos que han ido aumentando debido a diversas circunstancias y entornos.

Los ámbitos laboral, escolar, familiar, interpersonal, provocan baja autoestima, inseguridad, temores y otros problemas en las personas y estos generan una vida complicada que les impide desarrollarse de forma positiva.

En pláticas que he tenido con los psicólogos de Centros de Integración Juvenil de Zacatecas, durante sus colaboraciones en mi noticiero Más Noticias por la Mañana, que se transmite de lunes a viernes, por Info Tv9,  nos han presentado innumerables temas sobre los trastornos mentales.

Estos deben atenderse -han señalado-, con el fin de encontrar tratamientos que ayuden a superarlos. De no tratarlos se puede caer en crisis graves, con desenlaces fatales, en ocasiones.

Los jóvenes son los más expuestos a estos problemas de depresión y ansiedad , principalmente; aunque otros grupos de edad también son afectados, situación que les impide llevar una vida tranquila y productiva.

Nuestros amigos psicólogos coinciden que, ante cualquier situación de trastorno mental, se tiene que acudir con los profesionales del área, tal como se hace con un médico general para atender los problemas de salud física.

El tema en los jóvenes estudiantes (o no), es altamente preocupante, porque viven en un ambiente propicio para tomar decisiones erradas. La drogadicción, la violencia y tendencias suicidas, son sólo algunas de las consecuencias de la presencia de estos problemas.

Vivimos en una sociedad muy acelerada, en la que todos sufrimos de estrés, cansancio y desgaste, que nos provocan este tipo de trastornos.

En el caso de nuestros jóvenes, desde el seno familiar debemos estar atentos a sus cambios de actitud y su forma de comportarse. Ellos mandan señales de que algo extraño (y preocupante) les está pasando. Evitemos que caigan en situaciones graves. En muchas ocasiones están pidiendo ayuda y los padres de familia no lo captan.

Mejoremos nuestra calidad de vida, tanto en lo familiar como en lo laboral. Evitemos caer en el aislamiento social y, sobre todo, en tomar decisiones equivocadas. Atendamos nuestros problemas psicológicos con los profesionales de la salud mental.