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Y nos dieron las diez
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Y nos dieron las diez

Carlos Peña Badillo

No hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se llegue. Las y los presidentes municipales que protestaron cumplir y hacer cumplir la constitución el 15 de septiembre de 2021, cumplieron ya el primer año de ejercicio al frente de sus administraciones. Al día de hoy ya en los 58 ayuntamientos, con estilos distintos, circunstancias particulares cada uno de ellos, con similitudes y marcadas diferencias han presentado a la ciudadanía sus respectivos informes de gobierno.

Existen quienes no es su primer ejercicio de rendición de cuentas, alcanzaron el cuarto año consecutivo; hubo también las, los y les que vivieron esta experiencia por primera vez y, también tenemos ejemplos de seis ocasiones y más, en periodos no continuados con esta vivencia al frente de un municipio.

Con conocimiento de causa y por reflexiones con quienes tienen esta responsabilidad, les puedo asegurar que es el momento más adverso para conducir los destinos de sus respectivos municipios. Primero la crisis de inseguridad de la que ninguna región está exenta y que pareciera que se agudiza todos los días; segundo la adversidad financiera, que si bien, nunca ha existido la bonanza en las arcas municipales, la falta de recursos federales y estatales para mezclar los escasos dineros con que cuentan, les ponen en absoluta desventaja para hacer frente a la exigencia y necesidad ciudadana; y tercero, la alta dependencia informativa (veraz o no) de redes sociales, donde permanentemente puede existir reconocimiento al trabajo realizado, pero también ataques, reclamos y agresiones sin rostro con el único afán de causar daño, polémica y ofensa.

La pluralidad al interior de los cabildos trae aparejada complejidad; no en todos los casos existe diálogo y armonía para construir y priorizar el bien común. Conocemos muchos conflictos que inician desde la pequeña diferencia y que han llegado al terreno personal, pasando por el conflicto legal y la consecuencia administrativa. Hoy se presenta como una constante la pugna entre las, los y les alcaldes y síndicos; así como de regidoras y regidores, con igual o distinta filiación partidista. Esto, sin duda, afecta y distrae de la atención principal que es dar resultados, soluciones y respuestas a los no pocos problemas que tiene la población.

Adicional, sumemos que desde la federación hay una prioridad que no es la de los municipios y sus ayuntamientos, son los programas sociales de Presidencia de la República y eso en muy poco fortalece las acciones desde lo local. Sumado al desdén estatal que ha sido marcado, principalmente en los gobiernos que emanan de un partido distinto al de la “Nueva Gobernanza”. Bueno, incluso llega hasta los que fueron aliados y del mismo proyecto, también se quejan, ni cómo negarlo. En fin, todo esto es parte de lo que se dijo, se ocultó o se intentó despistar en estos cinco días de informes de gobierno municipal a lo largo y ancho del territorio estatal.

Se habló y se presentaron obras, programas y acciones que, sin duda, han sido producto de la gestión, talento y visión de cada una, uno y une de elles en esta época que gobernar y cumplir no es nada sencillo. Espero que venga para el segundo año, urge, más bien dicho, mayor solidaridad, respaldo y suma de esfuerzos entre los tres órdenes de gobierno, está claro que el municipio es la primera ventanilla del ciudadano y en día, es la que menos respaldo en materia presupuestal tiene.

Si esto no cambia radicalmente, pronto estaremos hablando del tercer y último informe para estas administraciones municipales y con ellos cantando como lo hiciera con excepcional interpretación Rocío Dúrcal “y nos dieron las diez y las once, las doce y la una y las dos y las tres, y desnudos al anochecer nos encontró la luna. Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos”.